miércoles, 30 de julio de 2014

CHRISTIAN DIOR Y EL NEW LOOK





























Es el creador de una de las marcas de lujo más representativas de la historia de la moda.
Nació en Francia en 1905. Estudió en el Instituto de Estudios Políticos de París, ya que quería ser diplomático, pero lo dejó por la música y se dedicó a viajar y a dirigir una galería de arte. En 1931, su madre murió de cáncer y la empresa familiar que heredó fue declarada en bancarrota. Dior tuvo que abandonar la galería de arte al contraer tuberculosis. Tras vivir de la hospitalidad de los amigos durante un tiempo, comenzó a vender bocetos con sus propios diseños a periódicos y revistas. Dibuja figurines y así empieza como dibujante de moda para Agnès y Schiaparelli y después diseña bocetos para Robert Piguet. En 1946 creó su propia firma de alta costura en París respaldado por "el rey del algodón" el magnate textil Marcel Boussac.


Sólo un año después de su apertura, en 1947, lanzó su primera colección: La línea Corolle, lo que sería bautizado como el New Look y conocido en todo el mundo por una periodista que al ver la colección así lo expresó. Vestidos de hombros torneados, cintura fina y amplia falda en forma de corola a veinte centímetros del suelo. Estos modelos se complementaban con sombreros ladeados, gargantillas y zapatos de tacón de aguja. Su propuesta era un estilo absolutamente glamuroso y femenino.
Rita Hayworth acudió a este primer desfile el 12 de febrero de 1947 y le gustó tanto la colección que encargó doce modelos. Incluso vistió con la nueva imagen de Dior para su boda.
En ese momento el New Look representaba una vuelta a la imagen femenina de la mujer y a la elegancia y la recuperación del lujo y el exceso tras la depresión de la Segunda Guerra Mundial.

Un año más tarde abrió una sucursal en Nueva York. Y en veinte años tenía sucursales en quince países. A su muerte el número ascendía a veinticuatro.



















Diversificó el negocio a otros productos de lujo como perfumes y joyas con un éxito indudable. Sus bolsos son también un clásico, su icono es el Lady Dior o el estampado cannage (rejilla de mimbre).



































Lady Diana en una de sus múltiples apariciones con su Dior.









































Después de su muerte (Italia, 1957), la firma pasó a manos del conglomerado multinacional francés de lujo LVHM (Moët Hennessy - Louis Vuitton). De las más de 60 marcas que poseen de todo el mundo sin duda la más importante. Tiene su sede en París y está presidido por Bernard Arnault, el cuarto hombre más rico del mundo. Los directores creativos fueron Yves Saint Laurent y Marc Bohan, sustituido por Gianfranco Ferré y después por John Galliano, quién dio el esplendor a la firma durante la última década. Tras su polémico despido el director de la maison es Raf Simons.
















Si te pilla de paso o te apasiona Dior puedes visitar su Casa Museo en Granville (Francia).



















La ropa de Dior ha sido utilizada por muchas mujeres conocidas y famosas en su vida real y en muchas películas. Como en "Pánico en la escena" de Alfred Hitchcock, el vestuario del personaje interpretado por Marlene Dietrich.




















También en 1963Marisol lució un diseño de la firma Dior en el filme "Marisol rumbo a Río". El diseño original del traje de Marisol, estilo flamenco, en realidad era blanco. Posteriormente le cosieron un mantel rojo a cuadros.


































Elisabeth Taylor vistió a juego con sus ojos en "Ceremonia secreta". Y Sofía Loren en "La condesa de Hong Kong".






























Eva Perón, Primera Dama de Argentina, usando un vestido Dior en 1951.

miércoles, 9 de julio de 2014

JEANNE LANVIN













Jeanne - Marie Lanvin nació en París en 1867, su familia era humilde y ella la mayor de once hermanos. Comenzó a trabajar a los 13 años en una tienda de sombreros. De ayundante pasó a primera encargada de taller, fue el primer sitio donde empiezó a crear.
Poco después cambió de sombrerería y ese nuevo empleo la hace viajar a Barcelona en 1885. A su regreso, con patrocinio de un cliente que cree en ella abre su propia sombrerería con tan sólo 18 años. La empresa crece y crece y emplea a sus hermanos junto a ella.
Durante una carrera de caballos a la que acude conoce al que será su marido, el conde Di Pietro. Tuvieron una hija y su matrimonio duró hasta que la niña tuvo seis años.
Es su adorada hija Marie Blanche, quien hace que Jeanne se lance a crear diseños infantiles. Las clientas que acudían al taller se maravillaban con los vestidos que la niña lucía. Y así, animada por sus clientas decide crear un línea para niños. Parte de su éxito residió en lo originales que eran sus diseños, sueltos y alegres, tan diferentes de los que los niños de la época llevaban.












Viendo su éxito, se decidió por crear otra línea de moda juvenil. Y después otra para mujeres. Y así sin proponérselo fue de las primeras diseñadoras en segmentar la moda y el mercado.
Después de acudir a un baile de disfraces y fotografiarse con su hija, tuvo una idea única y genial, decidió crear un logo para su marca. Esta idea original plasmaba su amor hacia la moda y hacia su hija.











Sin darse cuenta en 1901 apareció en el Anuario de la moda francesa, que reunía a los mejores creadores. Seis años más tarde se casó de nuevo, con el periodista Xavier Melet, que luego sería cónsul de Francia en el Reino Unido, y Jeanne tuvo oportunidad de recorrer el mundo en numerosos viajes.
En una visita a un museo italiano quedó maravillada por el color azul de una tela de un cuadro de Fra Angélico y decició convertir ese tono en el color emblemático de su casa de modas, el "azul Lanvin" (lo que conocemos como azul eléctrico o azul Klein hoy en día). De ahí que todo lo que salía de su atellier creado por ella, era firmado por una gruesa pluma azul.

Vestido de escote corazón azul eléctrico con aplicaciones de pluma, de Lanvin.

Considerada una de las más grandes damas de la alta costura francesa fundó su propia casa de moda que hoy en día sigue en activo y es la más antigua de la historia. Fue una de las casas de moda más importantes de la década de los 40. Y desde 1910 la casa Lanvin se convirtió en mienbro de la Cámara sindical de alta costura.

Con un estilo sencillo, usaba suaves y matizados colores aportando a sus creaciones atemporalidad, haciendo así que nunca pasen de moda. Sus vestidos se caracterizan por ser ligeros y tobilleros y su tendencia a llevar la cintura a caer a la cadera.














Esta gran creadora diseñaba, tejía, cosía, teñía, exportaba...
Antes de la Primera Guerra Mundial creó el robes de style, un tipo de vestido basado en modelos del siglo XVIII. Vaporoso vestido tobillero, entallado y con falda ligeramente acampanada. Siguió llevándose hasta bien pasada la década de los años veinte, se estamparían finalmente con motivos geométricos por la influencia del cubismo.











Con la llegada de Gran Guerra apenas paraliza la producción y adaptándose al momento emplea tejidos menos ricos y menos alegres. Elimina artificios y lujos y sin perder la feminidad aporta a sus dieños un estilo más ligero y fluido. Así aparece el vestido camisero, sobrio y austero.

Y también el famoso "traje bretón de Lanvin". Era un falda ligeramente fruncida y chaquetilla corta con un gran cuello blanco sobre el que se
abría un lazo rojo y completado con un sombrero de paja.Otra de sus especialidades fueron los vestidos de noche de líneas orientales.












Además de su color fetiche, el azul Lanvin, tenía otros dos colores favotitos; el rosa Polignac en honor a su hija y el verde Velázquez. Para conservar la exclusividad de sus colores, en 1923 fundó su propio taller de tintados en Nanterre. A pesar de su gusto por los colores, Jeanne se aficionó particularmente al negro, al que consideraba representante del “chic ultime” y que ella usó durante toda su vida.
Así que a su imperio de moda hay que añadirle casas para teñir tejidos y perfumes. Fue la primera firma de moda asociada a un perfume.
A partir de 1925 se lanzó al diseño de moda masculina y a la creación de perfumes. En dos años nacieron catorce aromas diferentes.
Hoy en día existen numerosos objetos con su logo.





En 1946 murió Jeanne, quedando su imperio en manos de sus herederos. Con el tiempo, los propietarios de la casa Lanvin han variado en diversas ocasiones. Primero la heredó su hija y luego su sobrino-nieto Bernard Lanvin y su esposa Maryll, hasta finales de los años 80. A principios de 1989, las necesidades económicas obligaron a Bernard a vender el 34% de las acciones al Midland Bank londinense. A mediados de ese año, el banco aumentó su participación hasta el 40%, retirando de su cargo de diseñadora a Maryll Lanvin. Su sucesor fue Claude Montana, que aún tuvo menos éxito. En 1990, Orcofi, miembro de la familia Louis Vuitton tomó el control del grupo y el fabricante de cosméticos L’Oréal compró el 50% del grupo que estaba fuertemente endeudado por la suma de 500 millones de francos. Hasta 1996 L’Oréal fue comprando poco a poco todas las participaciones de Orcofi. En 2001 fue adquirida por el grupo Harmonie S.A. liderado por la taiwanesa magnate de los medios de comunicación Shaw-Lan Wang. Con ella llegó el fichaje estrella de Alber Elbaz.





















Desde que Elbaz es el director creativo, la firma ha recobrado su esplendor y es reconocido por sus vestidos, volúmenes, abalorios y sus icónicos lazos y pliegues, además de por el uso del color, haciendo gala de una de las máximas de Jeanne Lanvin.
 

miércoles, 2 de julio de 2014

EL BIKINI

 



























El bañador de dos partes nació en el verano de 1946. Fue creado por el ingeniero y diseñador francés Louis Rèard.













En ese mismo año EE.UU llevaba a cabo ensayos nucleares en el Atolón de Bikini. Tuvieron que desalojar a los nativos por la polémica que suscitaban dichas explosiones. Por aquella época no había modelo alguna que se prestara a lucir tan revolucionario atuendo. La única que se atrevió a desfilar con él fue Micheline Bernardini, stripper del Casino de París. Y cuenta la historia y que fue ella la que le dió la idea a Rèard de llamarlo Bikini una vez que lo tuvo puesto: "su bañador va a ser más explosivo que la bomba de Bikini”, afirmando que causaría tanto revuelo como los ensayos nucleares.












No parece nada del otro mundo si pensamos que ya en la época romana las mujeres utilizaban prendas parecidas, pero desde luego la idea de pasearse por la playas de tal forma en los años 40 sí era para tanto.
Villa Imperiale del Casale – Sala dei Dieci Ragazze.

 
Los primeros bikinis poco tenían que ver con los que lucimos ahora, tan escotados y faltos de tela. La parte de arriba tapaba bastante y no dejaba ver nada de canalillo y la parte de abajo siempre eran shorts o falditas.














Lógicamente las reacciones no se hicieron esperar. Durante muchos años, el bikini estuvo prohibido en las playas y en muchos espacios con piscina como Italia, España o Portugal, y la iglesia prohibió su uso. Otros, sin embargo, como Francia, también le pusieron bastantes trabas, pero el cine y sus estrellas terminaron por imponerlo al imaginario popular del ciudadano medio.
Marilyn Monroe y Brigitte Bardot.

En 1952 fue cuando el bikini se introdujo oficialmente en España, de la mano del alcalde de Benidorm Don Pedro Zaragoza, que legalizó mediante un decreto, el uso de esta prenda, convirtiéndose de este modo en la primera ciudad española en permitir tan polémico atuendo. Si algún día pasáis por la playa de Benidorm, junto al Hotel Cimbel, en la arena podréis ver un cartel informativo donde se cuenta todo esto.










Como curiosidad contaros que la primera película española donde apareció un bikini fue «Bahía de Palma», rodada en Ibiza en 1.962. No obstante, la censura pintó los fotogramas convirtiendo el dos piezas en un bañador de cuerpo entero.



¿Ya tienes tus bikinis preparados?

sábado, 21 de junio de 2014

MARIANO FORTUNY Y MADRAZO












Mariano Fortuny y Madrazo nació en Granada en 1871 (no confundir con su padre, el famoso pintor Mariano Fortuny y Marsal, considerado junto a Eduardo Rosales uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX después de Goya ).
Cuando tenía 3 años su padre murió y se trasladó a vivir a con su madre y sus hermanos a casa de su tío en París. Pronto destacó por su talento artístico y empezó a pintar. También estudió dibujo y química en Francia y Alemania. En 1889 la familia se vuelve a mudar, esta vez a Venecia donde morirá con 77 años.
En Venecia asienta su taller en el Palacio Pesaro degli Orferi, hoy en día museo que se puede visitar y que alberga exposiciones temporales.












Movido por sus inquietudes artísticas viajó desde muy joven por toda Europa conociendo a muchos artístas de la época. Su talento abarcaba también la investigación en diferentes campos, como pintura, fotografía, escultura, arquitectura, escenografía o técnicas de iluminación para artes escénicas. De hecho colaboró en los vestuarios y escenografías del teatro del la Scala de Milán.





Fortuny reflejó en sus obras el estilo del modernismo y su espíritu ecléctico. Recuperó el gusto por la indumentaria de la Antigua Grecia y creó un estilo muy personal y de gran éxito basado en el diseño de trajes atemporales en que cada obra es única e irrepetible.
Tres son sus aportaciones más conocidas al mundo de la moda:
Si has leído o visto "El tiempo entre costuras" te sonará su famoso vestido Delphos (1907). Prenda de raso de seda plisada de inspiración griega. La hechura es cilíndrica y holgada, ondulante y de rico colorido, que se sujeta en los hombros con finos hilos de seda y botones de cristal de Murano. ¿No os parece un maravilla?






El corte del Delphos es tan sencillo como revolucionario, una túnica que encuentra su forma sobre el cuerpo de la mujer, adaptándose fielmente a sus líneas para ponerlo de relieve. En el Museo del Traje de Madrid podéis admirar uno más de cerca, merece la pena, os lo aseguro.

















Un año antes diseñó el Pañuelo Knossos, de seda, forma rectangular y con diseños geométricos asimétricos. El gran velo es llamado “Knossos” por los motivos decorativos que lo adornan extraídos de la cerámica tipo Camarés y naturalista que se descubrieron en las excavaciones un palacio cretense.













Su tercer gran legado es el desarrollo del primer sistema para hacer plisados con máquinas la seda y el terciopelo. Además él mismo manipuló telas, tintes y materiales para conseguir llegar al estampado y colorido que deseaba, probando primero en madera y luego en serigrafiado.
Hoy en día muchos son los modistos que se inspiran en este gran diseñador y lo podemos ver cada temporada en la pasarela.
Y es normal porque el gusto por la seda y los plisados nunca pasa. Aquí os mostramos algunas de las mujeres importantes de la historia que han tenido la suerte de llevar un Delphos.
La señora Condé Nast llevando uno de los famosos vestidos Delphos.
 
 
Isadora Duncan y su hija, ambas con un Delphos de Fortuny.
 
La mujer de Rodolfo Valentino, Natasha Rambova también lo lució.

¿Qué os parece esta maravilla?